LITERATURA CIENTÍFICA Y TÉCNICA
Ante
todas cosas, no sea viciosa la conversación de las ayas... que se escojan las
mejores. En ellas sin duda debe cuidarse sobre todo de las buenas costumbres y
de que hablen bien: pues ellas son las primeras a quienes oirán los niños y
cuyas palabras se esforzarán a expresar por la imitación... Lo bueno, fácil
cosa es que se mude en vicio, pero el vicio ¿cuándo lo mudarás en virtud? No se
acostumbre, pues, ni aun en la infancia a un lenguaje que haya que
desenseñarle.
Quintiliano, Instituciones Oratorias, 1
Deberes del maestro
Lo
primero de todo, revístase el maestro de la naturaleza de un padre,
considerando que está en lugar de aquellos que le han entregado sus hijos. No
tenga vicio ninguno ni lo consienta en sus discípulos. Sea serio, pero no
desapacible; afable, pero sin chocarrería: para que lo primero no le haga
odioso ni lo segundo despreciable. Hable a menudo de la virtud y la
honestidad... Ni sea iracundo, ni haga la vista gorda en lo que pide enmienda.
Sea sufrido en el trabajo; constante en la tarea, pero no desmesurado.
Responda
con agrado a las preguntas de los unos, y a otros pregúnteles por sí mismo. En
alabar los aciertos de los discípulos no sea escaso ni desmesurado: lo uno
inspira disgusto para el trabajo; lo otro, confianza excesiva. Corrija los
defectos sin acritud ni palabras afrentosas. Esto hace que muchos abandonen los
estudios, al ver que se les reprende como si se les aborreciese... De ningún
modo debe permitirse a los niños levantarse de su puesto ni dar saltos, cuando
a alguno se le alaba. La costumbre de aplaudir por cualquier cosa es muy
reprensible.
Obligaciones de los discípulos
A
los discípulos les aconsejo solamente que no tengan a sus maestros menos amor
que al estudio; que piensen que son sus padres, no corporales, pero sí
espirituales... Oirán con gusto sus preceptos, darán crédito a sus palabras.
Finalmente acudirán al aula gustosos y con ganas de saber. Si los corrige, no
se enojarán; si los alaba, se complacerán con la alabanza y con la aplicación
merecerán su afecto. Por que así como la obligación de los unos es enseñar, la
de los otros es mostrarse dóciles a la enseñanza.
Quint.,Inst.Orat.,II,10
La imitación, principio pedagógico fundamental
Antiguamente
estaba establecido aprender de nuestros mayores no sólo de oídas sino también
por los ojos lo que debíamos hacer más tarde y enseñarlo al propio tiempo a
nuestros descendientes. De aquí procedía que nuestros jóvenes, en seguida que
les llegaba la edad, entrasen en el servicio militar, para aprender a mandar
obedeciendo y a ejercer el mando, según veían hacer a los demás. De aquí que
los aspirantes a la carrera política se quedasen de pie en el umbral de la
curia y fuesen espectadores del consejo supremo antes de formar parte de él.
Cada
uno tenía por maestro a su propio padre y, quien carecía de él, tomaba como
padre a algún anciano distinguido y prudente. Así aprendían de la forma más
segura, por los ejemplos y la práctica, cuál era el poder de los relatores, el
derecho de los que se oponían, la autoridad de los magistrados, la libertad de
los otros; dónde era oportuno ceder, dónde convenía resistir; cuál era el
tiempo de callar, cuándo convenía hablar; cómo se habían de distinguir las
opiniones contrapuestas; cómo había que abundar en lo que otros hubieran dicho;
así se aprendían, finalmente, todos los modos de proceder del senado.
Plin.,Ep.,8,14,4-6
Propiedades de la col
La
col debe comerse por la mañana en ayunas. Y en caso de humor negro y de
hinchazón de bazo, y de afecciones de corazón, de hígado, de los pulmones o de
las entrañas, en una palabra, curará todo aquello que en el interior hace
sufrir.
Catón, De agricultura, CLVII, 2-7
Un cirujano
Debe
ser joven, tener una mano firme y segura, que no tiemble jamás; tener la vista
clara y el corazón intrépido.
Celso, De re medica, VII, Proemium
Receta contra la calvicie
La
ceniza de la piel del lado izquierdo de la frente de un hipopótamo hace crecer
el pelo.
Plinio, Historia Natural
Agrimensura
La
medida de un cuadrado es muy fácil, porque al tener los lados un mismo número
de pies se multiplican dos lados entre sí, y el producto da el número de pies
cuadrados que contienen.
Columela, De re rustica, V, 2
Óptica
El
emperador Nerón contemplaba los combates de gladiadores con una esmeralda.
Plinio, Historia Natural, 37, 1, 64
Ciencias naturales: especies de peces
La
sepia tarda en huir; si es sorprendida bajo las claras ondas y nota que se le
acercan manos dispuestas a agarrarla, vomita un negro licor para enturbiar el
agua... La feroz morena dispone de medios para ensanchar las mallas de la
red... enseñando a las otras el modo de imitarla, con lo que desespera al
pescador.
Ovidio, Halieútica