TEXTOS
CLASES SOCIALES
DIFERENCIAS SOCIALES
En la especie humana hay individuos
tan inferiores a lo demás como el cuerpo lo es respecto al alma o el animal
respecto al hombre; son los hombres de los que no se puede obtener nada mejor
que el desarrollo de la fuerza corporal. Estos individuos están destinados
por la propia naturaleza a la esclavitud, porque para ellos no hay nada mejor
que obedecer.
Así pues, por naturaleza, está
establecida una diferencia entre la hembra y el esclavo. Pero entre los bárbaros,
la hembra y el esclavo tienen la misma posición, y la causa de ello es que
no tienen el elemento gobernante por naturaleza, sino que su comunidad resulta
de esclavo y esclava.
Ya desde el nacimiento algunos
están destinados a obedecer y otros a mandar.
La naturaleza quiere incluso hacer
diferentes los cuerpos de los libres y los de los esclavos: unos, fuertes
para los trabajos necesarios; otros, erguidos e inútiles para tales menesteres,
pero útiles para la vida política.
LA PRIMERA DECLARACIÓN
DE IGUALDAD
Sostenemos por evidentes por sí
mismas estas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son
dotados por su creador de ciertos derechos inalienables; entre los cuales
están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.
Declaración de Independencia de EE.UU. (1776)
LIBERTAD, IGUALDAD,
FRATERNIDAD
Los hombres nacen y permanecen
libres e iguales en derechos. Las distinciones sociales sólo pueden fundarse
en la utilidad común.
Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano,
Art.1 (1789)
LOS DERECHOS DEL
HOMBRE
Nadie estará sometido a esclavitud
ni a servidumbre; la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en
todas sus formas.
Declaración Universal de Derechos Humanos, Art.4 (1948)
NUESTRA CONSTITUCIÓN
Los españoles son iguales ante
la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento,
raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal
o social.
Constitución Española, Art.14 (1978)
QUEJAS DE LOS PATRICIOS
Los clanes patricios
se sintieron molestos por las reformas sociales que hicieron algunos reyes
etruscos. Tito Livio resumió estas quejas en el siguiente discurso que se
pronunció ante el senado en contra del rey Servio Tulio.
Protegió a los de la clase inferior,
a la que él mismo pertenecía, y envidiando la posición honorable de los patricios,
ha dividido entre las personas más despreciables las tierras tomadas a los
primeros hombres del Estado. Les ha impuesto a los nobles las obligaciones
que siempre habían sido comunes a todos. Ha ordenado que se haga el censo
para que se conozca la situación de los ricos y se suscite la envidia, y para
tener a mano la fuente a la cual recurrir en caso de necesidad para satisfacer
a los ávidos.
LA DIGNIDAD HUMANA
DE LOS ESCLAVOS
Séneca comprendió
que el esclavo era una persona como las demás. Ejemplo de ello es lo que dice
en una de sus cartas a su joven amigo Lucilio.
Piensa voluntariamente que ése,
que llamas esclavo, nació de la misma semilla que tú, goza del mismo cielo,
respira igual, vive igual, muere igual; tanto tú puedes verle a él libre como
él a ti esclavo...
No quiero entrar de lleno en la
cuestión y disertar sobre el trato que damos a los esclavos, con los que somos
muy soberbios, muy crueles y muy injuriosos. Sin embargo, éste es el compendio
de mi doctrina: vive con el inferior como quisieras que el superior viviese
contigo. Cuantas veces te venga a la mente todo lo que te es permitido con
tu clavo, acuérdate que eso mismo le es permitido a tu señor contigo.
"Pero yo", dices, "no tengo ningún amo". Estás en buena
edad. Acaso llegarás a tenerlo... Sé, pues, con tu esclavo clemente y también
cortés; admítelo a tu conversación, a tu consejo y a tu convivencia... "Es
esclavo". Pero quizá libre por el ánimo. "Es esclavo". )Esto le dañará? Muéstrame quién
no lo sea: el uno es esclavo de la lujuria, el otro de la avaricia, el otro
de la ambición; todos, del temor.
LAS CLASES DE CIUDADANOS
SEGÚN SERVIO TULIO
Y, según el mismo censo, distribuyó
las clases y las centurias, es decir, este ordenamiento tan apropiado para
la paz como para la guerra.
De los que poseían una fortuna
igual a cien mil ases formó ochenta centurias, cuarenta de hombres mas viejos
y cuarenta de jóvenes; el conjunto constituyó la primera clase; a los más
viejos se les asignó la defensa puntual de la ciudad, a los jóvenes las campañas
exteriores. A esta primera clase se le señaló como armas defensivas el casco,
el escudo redondo, las grebas y la coraza, todo de bronce, para servir de
protección al cuerpo...
La segunda clase comprendía a aquellos
cuya fortuna estaba entre cien mil y setenta y cinco mil ases, y de ellos
se formaron veinte centurias entre jóvenes y viejos; sus armas eran: el escudo
alargado en lugar de redondo; y todo lo demás igual que en clase anterior,
excepto la coraza.
Para la tercera clase se asignó
una fortuna mínima de cincuenta mil ases; el mismo número de centurias que
para la anterior y en las mismas condiciones de edad; las mismas armas también,
pero suprimiendo las grebas.
Para la cuarta clase, la fortuna
exigida eran veinticinco mil ases; la misma cantidad de centurias, pero distintas
armas: se les señaló únicamente una lanza y una jabalina.
Para la quinta clase, más numerosa,
se componía de treinta centurias y sus armas eran hondas y piedras arrojadizas.
En esta clase se integraron también los cornetas y las trompetas, formando
dos centurias. La fortuna de esta última clase era no inferior a once mil
ases. El resto de la multitud, cuya fortuna era inferior a la indicada, formaba
una sola centuria, exenta del servicio militar.
LA CIUDADANÍA ROMANA
La implantación de
la ciudadanía romana queda reflejada en el siguiente pasaje de uno de los
discursos de Cicerón. Acusa, en nombre de los sicilianos, al ex-gobernador de éstos, Verres, que ha conculcado, en Sicilia,
durante su mandato, todos los derechos humanos y divinos, (incluso, los derechos de un ciudadano
romano!
Se desgarraba a latigazos, en pleno
Foro de Mesina, el cuerpo de un ciudadano romano, jueces; y entre tanto, en
medio de sus sufrimientos y del restallar de los látigos, ningún gemido, ningún
otro grito salía de la boca de aquel desgraciado, sino éste: "soy ciudadano
romano". Apelando a su condición de ciudadano creía firmemente que se
libraría de los golpes y evitaría la crucifixión. Pero no sólo no consiguió
alejar con sus palabras la flagelación violenta, sino que, mientras multiplicaba
sus ruegos y enarbolaba su título de ciudadano, una cruz, una cruz, digo,
se preparaba para la víctima infortunada de tantas desdichas que nunca había
visto una peste como Verres...
)Y todas estas garantías han venido
a parar a esto, a que un ciudadano romano, en una provincia del pueblo romano,
en una ciudad de aliados, haya sido atado y desgarrado a latigazos en la plaza
pública, y precisamente por el que tenía las fasces y las hachas por el favor
del pueblo romano? (Qué! Cuando el fuego, las láminas de hierro al rojo vivo y los demás
tormentos les eran aplicados, si las dolorosas súplicas de la víctima y sus
palabras patéticas no te detenían, )ni siquiera te conmovían con los llantos y profundos
gemidos de los ciudadanos romanos que estaban presentes? )Te has atrevido a crucificar a
un hombre que decía ser ciudadano romano?
LA FAMILIA.
Por derecho común llamamos familia al conjunto de todos los agnados,
pues, aunque una vez muerto el pater
familias cada uno forma su propia familia, sin embargo, se llaman rectamente
de la misma familia, todos los que estuvieron bajo la misma potestad de uno,
y salieron de la misma casa, y proceden de la misma gente. En sentido más
amplio, se llama familia al conjunto de varias personas que proceden de la
sangre de un genitor común: y en este sentido decimos la familia Julia, como
salidos todos del último tronco al que llega su memoria.
Cualquier animal, cualquier esclavo, ropa o
útil de cocina, lo probamos antes de comprarlo; sólo a la esposa no se la
puede examinar para que no disguste al novio antes de llevarla a su casa.
Si tiene mal genio, si es tonta, deforme, o le huele el aliento, o tiene cualquier
otro defecto, sólo después de la boda llegamos a conocerlo.
Se llaman esponsales de spondere, porque fue
costumbre de los antiguos hacerse prometer para sí y prometer por contrato
verbal a sus futuras mujeres. De donde nació la denominación de esposo (sponsus)
y esposa (sponsa).
En los esponsales nada importa que se convoquen
testigos o que alguien prometa sin escritura. En los esponsales ha de exigirse
también el consentimiento de aquéllos de quienes se requiere en las nupcias;
Juliano escribe, sin embargo, que se entiende que el padre da su consentimiento
a su hija, siempre que no disientas evidentemente.
No está señalada la edad de los contrayentes
para contraer esponsales, como lo está para los matrimonios; por lo cual pueden
contraer esponsales desde tierna edad, con tal que una y otra persona entiendan
que se hace esto, es decir, siempre que no sean menores de siete años.
En aquel tiempo la que era prometida era llamada
esposa; el que prometía por contrato verbal que la había de tomar como mujer,
esposo. Si después de tales estipulaciones la mujer no era dada o no era tomada,
el que había estipulado ejercitaba la actio ex sponsu. Los jueces conocían
del asunto. Un juez indagaba por qué motivo la mujer no había sido dada, o
no había sido aceptada. Si no apreciaba para ello causa justa, estimaba el
pleito en tanto dinero cuanto implicaba que no hubiera sido recibida la mujer,
y condenaba a darlo, bien al que había prometido, bien al que se había hecho
prometer.
Es conveniente que una joven se mantenga virgen
por lo menos hasta la llegada de la menstruación, pues ésta es la prueba de
que su matriz es capaz de concebir. Es peligroso un embarazo cuando la matriz
es demasiado pequeña; pues el embrión sería comprimido y se produciría un
aborto; si el embarazo siguiera adelante sería muy complicado; puede ocurrir
también que el embrión se atrofie pues los vasos sanguíneos que irrigan la
matriz son incapaces de alimentar al embrión. La primera aparición de las
reglas tiene lugar en general a los catorce años, es éste realmente un signo
natural que indica que las relaciones son posibles. Pero todavía hay peligros
para el embarazo durante algunos años.
Los romanos casan a sus hijas a los 12 años
e incluso con menos edad.
Augusto se unió a la cuñada de Antonio, Claudia,
a la que Fulvia había tenido de P.Clodio y que apenas era núbil, Disgustado
enseguida con su suegra Fulvia repudió a Claudia, a la que dejó virgen.
Cuentan los historiadores de la época que, como
se consideraba inaudito que una doncella sufriera la pena capital, el verdugo
la violó al tiempo que le ponía la cuerda.
Contraen entre sí justas nupcias los ciudadanos
romanos que se unen según los preceptos legales, siendo púberes los varones
y núbiles las muchachas, ya sean pater familias o filii familias, con tal,
sin embargo, que los filii familias tengan el consentimiento de los ascendientes
en cuya potestad están.
Esta costumbre (confarreatio) llevaba a una
unión forzosa de parentesco indisoluble y no era posible anular estos casamientos.
Esta ley obligó a las mujeres casadas, pues no tenían otro escape a vivir
de acuerdo con el carácter de su marido y a los hombres a conservar a su mujer
como una posesión necesaria y segura. Al ser así modesta y obedecer en todo
a su marido, la mujer era de esta manera señora de su casa, como el hombre,
y si moría su marido se convertía en heredera de sus bienes, como una hija
de su padre; si él no tenía hijos y moría sin dejar testamento, ella era dueña
de todo lo que dejara, y si tenía descendencia, quedaba a partes iguales con
los hijos. Si ella cometía algún delito, tomaba como juez al perjudicado que
fijaba la gravedad del castigo. Pero en los siguientes casos la juzgaban los
parientes del marido: cuando había adulterio y, lo que parecía a los griegos
una falta mínima, si se descubría que una mujer había bebido vino. Rómulo
permitió castigar estas dos faltas con la muerte... Y el largo tiempo es testigo
de que esta ley sobre las mujeres era acertada, pues se reconoce que durante
520 años ningún matrimonio se disolvió en Roma.
Dionisio de Halicarnaso, H1 Antigua de Roma II,25
Se entra en la potestad marital por el pan mediante cierta clase de sacrificio
que se hace a Júpiter Fárreo, en el cual se presenta un pan fárreo, esto es,
de espelta, por lo que también se llama confarreatio; por lo demás, se realizan en esta clase de matrimonio
otros muchos actos, pronunciándose fórmulas prescritas y solemnes en presencia
de diez testigos.
Se aboca a la anus por coemptio mediante la
mancipio, esto es, por medio de una cierta venta fijada; pues reunidos no
menos de cinco testigos ciudadanos romanos púberes y también un libripens
(portador de la balanza), compra el marido a la mujer con la cual está de
acuerdo en la sumisión a la manus.
Por el usus se abocaba a la manus la que durante
un año continuo vivía como casada, pasaba a la familiar del marido y obtenía
la situación de una hija. Por eso en la Ley de las Doce Tablas estaba previsto
que si alguna no quisiere por este procedimiento entrar en la manus del marido,
se ausentase cada año tres noches, interrumpiendo de este modo la posesión
anual. Pero todo este derecho en parte ha sido derogado por las leyes y en
parte suprimido por el desuso del mismo.
Nuestros antepasados quisieron que las mujeres
aun siendo adultas estuvieran por su ligereza de ánimo bajo tutela... si se
exceptúan las vírgenes Vestales, que quisieron que fueran libres.
Si sorprendieras a tu mujer en adulterio, puedes
matarla impunemente sin formarle juicio; pero si ella te sorprendiera a ti
en cualquier infidelidad conyugal, ella no osará, ni tiene derecho, a mover
un dedo contra ti.
Entregaos de corazón al placer y en breve dadnos
hijos. No conviene a un linaje de tan antiguo nombre estar sin hijos, sino
producirlos siempre en el mismo tronco.
Quiero que un pequeño Torcuato, tendiendo desde
el seno de su madre las tiernas manos, sonría dulcemente a su padre con entreabiertos
labios.
Sea parecido a tu padre Manlio y todos, sin
que se lo adviertan, lo reconozcan fácilmente, atestigüen sus rasgos la pureza
de su madre.
)Es que hay todavía alguna mujer
que se avergüence al ser repudiada después de que algunas damas, de linaje
noble e ilustre, cuentan sus años, no por el número de los cónsules, sino
por el de sus maridos, y se divorcian para casarse, y se casan para divorciarse?
La castidad hoy día es prueba de pusilanimidad... Es vulgar y anticuada la
que no sabe que el matrimonio es vivir con un adúltero.
No es a la esposa lo que ama el esposo, sino
solamente a su cara. Basta que se dibujen en la cara de Bíbula tres arrugas,
que la piel se estire y se seque, y que los dientes se oscurezcan, y los ojos
se achiquen, para que su marido Sertorio se vaya en busca de nuevos amores.
Y no será el marido mismo sino un esclavo o un liberto quien dará la noticia
a la esposa abandonada.
Pues antaño los hijos nacidos de madre honrada
no se criaban en al cuartucho de una nodriza alquilada, sino en el regazo
y en el seno de su propia madre, y ésta tenía como principal motivo de orgullo
velar por la casa y ser una esclava para sus hijos. Se elegía a alguna pariente
de edad, y a sus probadas y comprobadas costumbres se confiaba toda la prole
de la misma familia. En su presencia no se permitía nada que pudiera parecer
expresión grosera o acción vergonzosa. Con una virtud que infundía respeto,
moderaba incluso los esparcimientos y juegos de los niños, no ya sólo sus
aficiones e inquietudes... Este rigor en la disciplina tenía como mira el
que las cualidades individuales, puras e intactas y sin desviarse por ninguna
corrupción, se lanzasen abiertamente al cultivo de las artes nobles y, ya
se inclinase su vocación a la milicia, ya a la ciencia jurídica o a la oratoria,
se dedicara sólo a un campo y penetrara en él hasta sus últimas consecuencias.
Pero ahora el niño recién nacido se entrega
a cualquier criadilla griega, a la que se agregan uno o dos esclavos del montón,
en general los peores e incapaces para ningún quehacer serio. Aquellas almas
tiernas y sin cultivar se impregnan al instante de los chismes y aberraciones
de esta gente y nadie en toda la casa se preocupa de lo que diga o haga en
presencia el joven dueño. Es más, ni siquiera sus mismos padres acostumbran
a los pequeños a la honradez ni a la modestia, sino a la broma y a la chacota...
LAS VIRTUDES DE UNA
MATRONA ROMANA
Un epitafio o inscripción
sepulcral, en verso, grabado sobre la tumba de una matrona romana llamada
Claudia, informa de cuáles eran las virtudes más estimadas en una madre de
familia.
Viajero, poco es lo que tengo que
decirte. Párate y lee hasta el final. Aquí tienes el sepulcro no hermoso de
una hermosa mujer. Sus padres le dieron el nombre de Claudia. Amó a su marido
con todo su corazón. Crió a sus hijos: a uno de ellos lo ha dejado en la tierra,
al otro lo depósito bajo la tierra. Fue de agradable conversación y de andares
cadenciosos. Cuidó de su casa e hiló. He terminado. Sigue tu camino.
Sin embargo, la mujer
romana no desempeña, en general, papeles relevantes en la política y la cultura.
Incluso estaba legalmente incapacitada para ejercer las magistraturas.
La mujer estaba limitada a ser
un instrumento de producción de hijos y a dirigir las faenas domésticas, privadas
de participar en la vida política; la esterilidad u otras circunstancias podían
ser objeto de disolución del vínculo matrimonial. Sólo algunas mujeres pertenecientes
a las altas esferas romanas participaron ocasionalmente en la vida política,
pero sin posibilidad legal de ocupar magistraturas.
Las mujeres que sólo se habían casado una vez
recibían una corona de honor. Se pensaba que una fidelidad perfecta era aquélla
que la hacía incapaz de abandonar el lecho donde había perdido su virginidad.
(Feliz la mujer que ame la casa
de su marido! )Qué necesidad tuvieron las doncellas de levantar templos al Pudor, si
a las casadas se les permite hacer lo que quieran?
Aquí ellas depositan por la noche sus literas,
se mean y llenan de largos chorros la imagen de la diosa. Luego se cubren
mutuamente (homosexualidad) y se zarandean a la luz de la luna para irse después
a sus casas.
Digo, pues, que los muchachos deben conducirse
hacia las buenas costumbres con exhortaciones y razonamientos, mas no, por
Zeus, con golpes y malos tratos. Porque parece, sin duda, que estos procedimientos
convienen a esclavos, más que a hombres libres. En efecto, ellos quedan así
embotados y sienten horror ante los trabajos, en parte por el dolor de los
golpes, en parte por la humillación de las ofensas. En cambio, las alabanzas
y las represiones son más útiles que cualquier mal trato dado a los muchachos
libres, ya que las unas les incitan a las cosas bellas y las otras les apartan
de las vergonzosas.
)No es por esta misma razón, mi
querido Glaucón, la música la parte principal de la educación? Porque, insinuándose
desde muy temprano en el alma, el número y la armonía se apoderan de ella
y consiguen que la gracia y lo bello moren necesariamente en ella, a condición
de que esta parte de la educación se dé convenientemente, ya que ocurre todo
lo contrario cuando se la desatiende. Y también porque, si un joven es educado
como conviene en la Música, advertirá más exactamente lo que de imperfecto
y defectuoso hay en las obras de la naturaleza y el arte... Alabará por esa
misma razón con entusiasmo la belleza que contemple, le dará entrada en su
espíritu, se alimentará de ella y con este medio se formará en la virtud;
en tanto que en el caso opuesto mirará con desprecio y con natural aversión
lo que encuentre de vicioso.
Platón,República,III,401
d.
LA IMITACIÓN, PRINCIPIO
PEDAGÓGICO FUNDAMENTAL
Antiguamente estaba establecido
aprender de nuestros mayores no sólo de oídas sino también por los ojos lo
que debíamos hacer más tarde y enseñarlo al propio tiempo a nuestros descendientes.
De aquí procedía que nuestros jóvenes, en seguida que les llegaba la edad,
entrasen en el servicio militar, para aprender a mandar obedeciendo y a ejercer
el mando, según veían hacer a los demás. De aquí que los aspirantes a la carrera
política se quedasen de pie en el umbral de la curia y fuesen espectadores
del consejo supremo antes de formar parte de él.
Cada uno tenía por maestro a su
propio padre y, quien carecía de él, tomaba como padre a algún anciano distinguido
y prudente. Así aprendían de la forma más segura, por los ejemplos y la práctica,
cuál era el poder de los relatores, el derecho de los que se oponían, la autoridad
de los magistrados, la libertad de los otros; dónde era oportuno ceder, dónde
convenía resistir; cuál era el tiempo de callar, cuándo convenía hablar; cómo
se habían de distinguir las opiniones contrapuestas; cómo había que abundar
en lo que otros hubieran dicho; así se aprendían, finalmente, todos los modos
de proceder del senado.
Ante todas cosas, no sea viciosa
la conversación de las ayas...que se escojan las mejores. En ellas sin duda
debe cuidarse sobre todo de las buenas costumbres y de que hablen bien: pues
ellas son las primeras a quienes oirán los niños y cuyas palabras se esforzarán
a expresar por la imitación... Lo bueno, fácil cosa es que se mude en vicio,
pero el vicio )cuándo lo mudarás en virtud? No se acostumbre, pues, ni aun en la infancia
a un lenguaje que haya que desenseñarle.
Si soy amado por mis amigos, se lo debo a mi
padre; no era rico y sólo tenía una pequeña tierra, pero no quiso enviarme
a la escuela de Flavio, que frecuentaban los hijos de los nobles centuriones
con el estilo y las tablillas colgadas del brazo izquierdo y llevando ocho
ases el día de los Idus, como retribución del maestro. No temió llevarme a
Roma desde mi infancia para hacerme instruir en Humanidades como se enseña
a los hijos de los caballeros y senadores. Si me hubieran visto vestido y
seguido de esclavos, como sucede en una gran ciudad, pensarían que yo tenía
un rico patrimonio para costear tantos gastos. Pero mi padre mismo, como un
guardián incorruptible, asistía a todas mis lecciones.
LA JORNADA DE UN
NIÑO ROMANO
Me despierto al rayar el alba y
llamo al esclavo; le hago abrir la ventana; él la abre al instante. Me levanto
y me siento al borde de la cama; le pido entonces las calzas y el calzado,
pues hace frío. Ya calzado, tomo una toalla: me proporcionan una bien limpia
y me traen el agua para lavarme en una vasija; me enjuago las manos, me lavo
la cara y me limpio la boca frotándome los dientes y las encías; expectoro,
escupo y me sueno las narices y me seco, como es propio de un niño bien educado...
Me quito luego el camisón de dormir,
tomo una túnica y me ciño el cinturón; me perfumo la cabeza y me peino; me
ato un pañuelo al cuello y me pongo la capa. Salgo entonces del dormitorio
con el pedagogo y con la nodriza para saludar a papá y a mamá. Saludo a ambos
y los abrazo...
Busco mi recado de escribir y mi
cuaderno y se los doy al esclavo para que me los lleve. Y, ya todo dispuesto,
me pongo en camino, acompañado de mi esclavo y tomo por el pórtico que lleva
a la escuela.
Mis camaradas salen a mi encuentro
y nos saludamos. Llego ante la escalinata y subo los escalones con toda parsimonia,
como es debido. Dejo mi capa en el vestíbulo, me doy un toquecillo con el
peine, entro y digo: Salve, maestro.
El maestro me abraza y contesta a mi saludo. El esclavo me alcanza entonces
las tablillas enceradas, el recado para escribir y la regla...
He terminado de aprender mi lección
y le pido permiso al maestro para almorzar en casa. El maestro me otorga el
permiso para salir... Luego llego a casa y me cambio. Después tomo un poco
de pan blanco, aceitunas, queso, higos secos y nueces; bebo agua fresca y,
terminado el almuerzo, vuelvo a la escuela. El maestro se apresta a leer...
(Hay que bañarse! Sí ya es hora.
Voy para allá. Hago que me alcancen las toallas y me las arreglo solo. Corro
al encuentro de quienes también marchan hacia los baños.
CALCULO MATEMÁTICO
El poeta Horacio
critica amablemente la manera de aprender el cálculo matemático en las escuelas
romanas.
Los niños romanos aprenden, mediante
largos y engorrosos cálculos, a dividir un as en cien partes.
- Veamos, hijo de Albino: si de
cinco onzas, se resta una, )cuánto queda?... Venga, ya debías haberlo respondido.
- Un tercio de as.
-(Bien! Tú sabrás conservar tu hacienda.
Y si se añade una onza, )qué se obtiene?.
- Medio as.
(Téngase en cuenta que el as romano tenía doce onzas).
Así pues, entre nuestros antepasados, el joven
que se preparaba para el foro y la oratoria, bien instruido ya por el aprendizaje
doméstico y alimentado con nobles estudios, era llevado por su padre o pariente
más allegado al orador que ocupaba un lugar preeminente en la ciudad. Acostumbraba
seguir siempre a éste, acompañarlo a todas partes y asistir a todos sus parlamentos,
en juicios o asambleas, hasta tal punto que tomaba parte en sus disputas e
intervenía en las discusiones violentas y, por decirlo así, aprendía a luchar
en combate. Gracias a esto, los jóvenes adquirían con prontitud gran experiencia,
mucha seguridad y alta capacidad de juicio, al actuar a la luz del día y en
los momentos álgidos de los procesos, donde nadie habla de manera necia o
inapropiada impunemente sin que el juez se lo repruebe, el contrario lo rebata
y lo desprecien sus mismos valedores. Es decir, quedaban impregnados al instante
de la verdadera y pura elocuencia y, aunque siguieran a uno solo, conocían
a todos los abogados de su época en muchas causas civiles y penales, y tenían
la posibilidad de confrontar las distintas preferencias del público mismo,
con lo que podían averiguar fácilmente qué gustaba o disgustaba de la conducta
y obligación del maestro.
DEBERES DEL MAESTRO
Quintiliano escribe
así sobre los deberes del maestro.
Lo primero de todo, revístase el
maestro de la naturaleza de un padre, considerando que está en lugar de aquellos
que le han entregado sus hijos. No tenga vicio ninguno ni lo consienta en
sus discípulos. Sea serio, pero no desapacible; afable, pero sin chocarrería:
para que lo primero no le haga odioso ni lo segundo despreciable. Hable a
menudo de la virtud y la honestidad... Ni sea iracundo, ni haga la vista gorda
en lo que pide enmienda. Sea sufrido en el trabajo; constante en la tarea,
pero no desmesurado.
Responda con agrado a las preguntas
de los unos, y a otros pregúnteles por sí mismo. En alabar los aciertos de
los discípulos no sea escaso ni desmesurado: lo uno inspira disgusto para
el trabajo; lo otro, confianza excesiva. Corrija los defectos sin acritud
ni palabras afrentosas. Esto hace que muchos abandonen los estudios, al ver
que se les reprende como si se les aborreciese... De ningún modo debe permitirse
a los niños levantarse de su puesto ni dar saltos, cuando a alguno se le alaba.
La costumbre de aplaudir por cualquier cosa es muy reprensible.
OBLIGACIONES DE LOS
DISCÍPULOS
A los discípulos les aconsejo solamente
que no tengan a sus maestros menos amor que al estudio; que piensen que son
sus padres, no corporales, pero sí espirituales... Oirán con gusto sus preceptos,
darán crédito a sus palabras. Finalmente acudirán al aula gustosos y con ganas
de saber. Si los corrige, no se enojarán; si los alaba, se complacerán con
la alabanza y con la aplicación merecerán su afecto. Por que así como la obligación
de los unos es enseñar, la de los otros es mostrarse dóciles a la enseñanza.
LA CASA.
FRAGILIDAD DE LAS
PAREDES DE LAS CASAS GRIEGAS
Había un ladrón, llamado Bronce,
que se atrevió a decir algo a Demóstenes acerca de sus vigilias y del hecho
de escribir por las noches. Yo sé, dijo Demóstenes, que te molesta la luz
de mi lámpara. Pero, vosotros, atenienses, no debéis extrañaros de los robos
que se cometen, teniendo como tenéis ladrones de bronce y, en cambio, paredes
de barro.
REPROBACIÓN DEL LUJO
EN LAS CASAS
Si alguno de vosotros conoce la
casa de Temístocles o de Milcíades o de los personajes ilustres de su tiempo,
se dará cuenta de que ciertamente no es más lujosa que las casas de la mayoría
de los ciudadanos... En cambio, hoy en día todos los políticos tienen tanto
dinero, que algunos han mandado construir casas particulares más suntuosas
que muchos edificios públicos.
Ordenó (Nerón) que las casas destruidas fuesen
reedificadas no... sin regla ni orden sino alineadas y formando calles más
anchas, limitando la altura de las casas y añadiéndoles porches en los frentes
de las insulas para protegerlas
del fuego... Los edificios habían de ser construidos en sus partes esenciales
sin vigas de madera y consolidados con piedras de Gabio de los montes Albanos,
refractarias al fuego. Además el agua, interceptada por abusos de ciertos
particulares, se puso bajo vigilancia a fin de que llegase abundante a un
número mayor de viviendas. En lugares apropiados se instalaron depósitos de
herramientas prestas para extinguir los incendios. Entre casa y casa no debía
haber paredes comunes...
Nosotros habitamos una ciudad en gran parte
apuntalada con delgados postes, pues así combate los derrumbamientos el administrador
y, cuando ha restaurado la abertura de una vieja grieta, no invita a dormir
sin cuidado mientras nos amenaza la ruina. Debemos vivir allí donde no hay
ningún incendio, ningún temor durante la noche... Ya humea el tercer piso
y tú lo ignoras; pues si la alarma cunde desde los pisos bajos, será el último
en arder aquel que está protegido de la lluvia solamente por las tejas, allí
donde las tiernas palomas ponen sus huevos...
Considera desde qué altura se precipita un tiesto,
para romperte la cabeza; lo frecuente es que en el caso de que desciendan
de las ventanas vasijas rajadas o rotas; cosa pesada que deja señal hasta
en el empedrado. Eres en verdad un descuidado, un imprudente, si, cuando te
invitan a cenar, acudes sin haber hecho testamento.
VILLA DE TOSCANA
Ante la columnata se extiende una
explanada con paseos bordeados de bojes... Al comienzo de la columnata se
encuentra un comedor... Más o menos, frente al centro de la columnata hay
un pabellón un tanto retirado, con un espacio interior sombreado por cuatro
plátanos... En este pabellón hay un dormitorio, que no deja penetrar ni la
luz ni los ruidos; y a su lado, un comedor de diario y para comer con los
amigos. Hay también otra sala muy cerca de uno de los plátanos, llena de verdor
y de sombra, con mármoles hasta media pared.
UN MOSAICO ROMANO
Los pavimentos... se adornaron
con una especie de pintura hasta que fue sustituida por mosaicos. El más famoso
en este arte fue Sosus, que hizo en Pérgamo el mosaico llamado el comedor sin barrer, porque en un pavimento
representó con pequeñas teselas de variados colores los restos de una cena
y todo lo que suele barrerse después.
EL BULLICIO EN LAS CALLES DE ROMA
En Roma, la meditación y el descanso
están prohibidos a los que no es rico. Pues, )cómo descansar con los maestros
de escuela por la mañana, los panaderos por las noches y los martillazos de
los caldereros durante todo el día? Aquí, un cambista que se entretiene en
hacer sonar sobre el sucio mostrador las monedas acuñadas con la efigie de
Nerón; allí, un majador cuya pulida vara sacude sobre la piedra el lino de
Hispania. A todas horas se oye gritar a los fanáticos de Belona; al náufrago
charlatán que lleva colgada del cuello su historia; al judío adoctrinado por
su madre en la mendicidad, al mercader que vende pajuelas para las lucernas.
El rico es transportado por entre
la turba que se abre a su paso; correrá sobre las cabezas en su gran litera...
y leerá entretanto o escribirá o dormirá dentro... A nosotros, cuando tenemos
prisa, nos estorba la oleada que va delante, y el gran tropel de gente que
viene detrás nos oprime los riñones. Uno me hiere con el codo, otro con el
duro brazo de la litera, éste me golpea la cabeza con una viga, aquél con
una vasija..., de pronto un enorme zapato me pisa por todas partes y el clavo
de un soldado se me encaja en los dedos.
SITUACIÓN IDÓNEA
DE UNAS TERMAS ROMANAS
Primero hay que escoger un sitio
lo más cálido posible, es decir, a resguardo de la tramontana y del aquilón...
Pero si la naturaleza del lugar no lo permite, que les dé el sol de mediodía,
porque las horas más usuales para bañarse son desde el mediodía hasta el atardecer.
NO SE PUEDE SOPORTAR
EL RUIDO DE LAS TERMAS
Vivo justo encima de unos baños.
Imagínate todas las clases de gritos que pueden desesperar los oídos: cuando
los más atléticos se entrenan levantando pesas de plomo, cuando hacen esfuerzos,
o, al menos, fingen hacerlos, oigo sus gemidos en el momento en que sueltan
el aliento retenido, y oigo sus bufidos y su respiración entrecortada; cuando
se trata de un bañista pasivo, que se contenta con un masaje corriente, oigo
el ruido de la mano golpeando sobre sus hombros que suena diferente según
si da con la palma abierta o con el hueco. Y si llega un jugador de pelota
y empieza a contar los puntos que consigue ya es el colmo. Añádeles el que
es un pendenciero, y el ladrón cogido con las manos en la masa y a uno a quien
le gusta oír su propia voz en el baño: súmales los que saltan a la piscina
con gran estruendo de agua removida. Además de éstos, cuyas voces son, al
menos, naturales, imagina ahora al depilador que de vez en cuando grita con
fina y estridente voz, para hacerse notar por los posibles clientes, y que
no calla a menos que esté arrancando pelos de las axilas a otros y le haga
gritar en su lugar: finalmente los variados gritos del vendedor de bebidas,
de los salchicheros, pasteleros, y de todos los mozos de taberna que venden
su mercancía cada uno con su propia entonación distintiva.
DOS PLATOS DE ÉPOCA
REPUBLICANA
Una receta de Catón:
pudding cartaginés.
Remojar una libra de harina; cambiar
de plato; mezclar con tres libras de queso fresco, media libra de miel y un
huevo. Después de tenerlo bien mezclado, cocerlo todo hasta que tome una consistencia
espesa en una marmita (de barro) nueva.
El plato favorito
de Cicerón: guiso de queso.
Freír en aceite un pescado grueso
salado y quitar sus raspas. Mezclar la carne del pescado con sesos cocidos,
hígado de ave, huevos duros y queso. Freír a fuego lento después de ser sazonado
con pimienta, orégano, miel y aceite. Ligar con yemas de huevos crudos. Guarnecer
con granos de comino.
DOS PLATOS DE ÉPOCA
IMPERIAL
Plato vuelto.
Cocer en agua por una parte acelgas blancas, cortadas, con puerros, apio,
cebollas y caracoles; y por otra arte, mollejas de pollo, pajaritos y salchichas.
Dejar las cebollas enteras; picar las salchichas y los caracoles con ciruelas
de Damasco y con embutido de tripas de Lucania. Poner las verduras con la
carne sobre hojas de malva, en un plato ampliamente engrasado con aceite.
Embadurnar con garum, vino aceite y vinagre. Ponerlo a hervir. Después de
la cocción, añadir pimienta, jengibre, todo bien picado y ligado con huevos.
Servir con garum, vino y aceite, ligado con fécula.
Una receta de pastelería.
Coger la lechuga, lavarla y frotarla
bien, picarla en un mortero con un poco de vino; coger totalmente el jugo.
Mezclarlo con harina y dejar reposar durante algún tiempo, después machacar
un poco de manteca de cerdo y pimienta, aplastar con el rodillo, cortarla
en bandas y añadirle la fritura muy caliente y al retirarlo, pasarlo por un
colador.
UN BANQUETE
Marcial organiza
una cena para siete invitados y les anuncia el siguiente menú.
Mi hortelana me ha traído unas
malvas laxantes y los variados productos de mi huerto, entre los cuales está
la lechuga aplanada y el puerro a punto para cortarse en rodajas, sin que
falte la menta, buena para eructar, ni el jaramago afrodisíaco. Huevos picados
coronarán unas anchoas sazonadas con ruda, y habrá ubres de cerda rociadas
con salmuera de atún. Esto como entremeses. Después mi modesta cena constará
de un solo servicio: un cabrito arrebatado a las fauces de un feroz lobo,
chuletas tiernas, habas y repollos mollares. A esto se añadirá un pollo y
un jamón que ha sobrevivido ya a tres banquetes. Cuando estéis satisfechos,
os serviré frutas maduras y una jarra de vino de Nomentum, sin heces, que
ha cumplido seis años bajo el consulado de Frontino.
POR QUE LAS MUJERES
ATENIENSES USARON EL QUITON
Hubo un solo ateniense que llegó
sano y salvo al Ática...; cuando fue conducido a Atenas, dio a conocer el
desastre; al enterarse las esposas de los hombres que tomaron parte en la
expedición contra Egina, indignadas porque se habían salvado sólo aquél entre
todos, le rodearon y le aguijonearon con los broches de sus vestidos... Así
pereció también ese individuo, y a los atenienses la conducta de las mujeres
les pareció algo más terrible aún que el desastre. Ciertamente, no disponían
de otra cosa con qué castigarlas, así es que cambiaron su vestido... por la
túnica de lino, para que no utilizasen broches.
UNA ZAPATERÍA GRIEGA
METRO: Te traigo a estas señoras, Cerdón, a
ver si puedes mostrarles algún trabajo digno de tus manos.
CERDÓN:
Sentaos... Tú, pedazo de glotón,
abre la caja de los zapatos. Mira primero este par, Metro; la suela sin defectos
está perfectamente ajustada... Si este par, Metro, no os agrada, (el muchacho)
sacará otro y otro, hasta que quedéis convencidas de que Cerdón no miente.
Tráeme todas las cajas de zapatos, Pisto. Es preciso, señoras, que os marchéis
a casa bien cargadas. Observad esos géneros de todo tipo: de Sición, de Ambracia,
nósides lisas, de color verde loro, cañameñas, remilgadas, chinelas, botas
jónicas abotonadas, pantuflas de noche, zapatos de tacón, de color cangrejo,
sandalias argivas, de color escarlata, juveniles, de paseo. Decid qué tipos
os gustan más a cada una de vosotras.
UNA PALIA PROPIA
DE UNA DIOSA
Lo que más me atraía mi mirada
era un manto muy negro, que resplandecía con oscuro brillo. Este manto, ceñido
alrededor de su cuerpo por debajo del hombro derecho hasta la parte superior
del hombro izquierdo, como si fuera un escudo, pendía con muchos pliegues
y ondulaba graciosamente al borde inferior rematado con flecos anudados. En
el bordado de la orla y en toda la extensión del manto, brillaban unas estrellas
dispersas y, en medio, la luna resplandecía con llameantes destellos. No obstante,
el vuelo de este manto extraordinario era muy amplio y en él se entrelazaba
una guirnalda de flores y frutos de todas clases.
ESCOGER UN PEINADO
No hay un único estilo de peinado;
que cada una elija el que le cae bien y que lo consulte con el espejo. Una
cara alargada exige una cabellera lisa con raya en medio... Las caras redondas
piden un pequeño moño encima de la frente, de manera que se vean las orejas.
COMO DISIMULAR LAS
IMPERFECCIONES DEL CUERPO
Oculta tus defectos y disimula
cuanto puedas las imperfecciones de tu cuerpo. Si eres baja, permanece sentada
para que no parezcas sentada cuando estás de pie, y estira tu cuerpo lo más
posible en la cama; incluso ahí tápate los pies con un vestido largo para
que no puedan calcular tu talla... La que es demasiado delgada, que lleve
vestidos de tejido grueso y que un amplio manto caiga desde sus hombros; la
que es pálida, que cubra su cuerpo con telas a rayas de color púrpura; si
eres muy morena, recurre al auxilio de blancos tejidos de Faros. Un pie feo
debe ser calzado siempre con zapatos blancos como la nieve; y unas piernas
flacas jamás deben ir sin cintas. A unos hombros puntiagudos les convienen
unas ligeras hombreras; un pecho liso debe estar ceñido por un corsé.
LA TREGUA OLÍMPICA
De Licurgo algunos dicen que fue
contemporáneo de Ifito y que junto con él estableció la tregua olímpica.
SIGNIFICADO DE LOS
JUEGOS OLÍMPICOS
Por otros muchos y hermosos trabajos,
varones, es digno recordar a Hércules, y porque fue el primero que reunió
este certamen por amor a la Hélade. Pues hasta ese momento las ciudades griegas
eran extrañas unas con otras. Después de matar a los tiranos y apartar a los
que cometían insolencias, estableció el certamen físico, la ambición de fortuna
y la demostración de pensamiento en el más bello lugar de la Hélade, para
que, con motivo de ello, nos reuniéramos en un mismo lugar, para ver las unas
y las otras; pues pensaba que esta reunión sería el principio de la amistad
mutua entre los helenos.
INTERESES DIVERSOS
EN UNAS OLIMPIADAS
Pitágoras le respondió que la vida
de los hombres le parecía comparable a aquel mercado que se organizaba en
Olimpia con gran espectáculo de juegos y con la participación de toda Grecia.
Allí unos intentaban alcanzar la gloria y el honor de una corona con sus bien
adiestrados cuerpos; otros iban allí por la ambición de comprar o de vender
y por las ansías de riqueza; finalmente, había otra clase de espectadores,
éstos con mucho los más nobles, que no buscaban el aplauso ni las riquezas,
sino que venían a contemplar el espectáculo y observaban con interés lo que
se hacía y cómo se hacía.
CLASES DE COMPETICIONES
EN LAS OLIMPIADAS
Nosotros llamamos gimnasio a este
recinto... En cuanto a estos ejercicios, aquél que se desarrolla en el lodo
se denomina lucha y también aquél que se celebra en medio del polvo; al ejercicio
que consiste en golpearse uno a otro permaneciendo de pie ambos contendientes,
le llamamos pancracio. Tenemos otros ejercicios: el pugilato, el disco y el
salto, y de todos ellos organizamos competiciones. El que sale vencedor de
la prueba es considerado el mejor en su especialidad y recibe los premios
correspondientes... Coronas de olivo, en las olimpíadas; coronas de pino en
el Istmo; entretejidas de apio en Némea; en Delfos, manzanas de las consagradas
al dios y ánforas llenas de aceite en las Panateneas.
LOS GRIEGOS COMPITEN
POR LA GLORIA
Se presentó a los persas un reducido
número de tránsfugas de Arcadia que solicitaban ocupación y estaban dispuestos
a trabajar bajo sus órdenes. Fueron conducidos ante el rey y los persas les
preguntaron qué hacían los griegos... Los arcadios les respondieron que celebraban
los juegos Olímpicos y que seguramente estaban contemplando los certámenes
gimnásticos e hípicos. El persa de nuevo les preguntó cuál era el premio por
el que competían. Ellos le respondieron que se les concedía una corona de
olivo...
Cuando el rey supo que el premio
consistía y no en dinero, no pudo contenerse y exclamó ante todos: "Caramba,
Mardonio, )contra qué clase de hombres nos has llevado a luchar que no participan
en certámenes movidos por el lucro sino por el honor?".
LA VICTORIA EN LAS
OLIMPIADAS
La victoria de los vencedores de
Olimpia es más hermosa, y el sustento que les da el pueblo más completo. Su
victoria es la salvación del pueblo entero y obtienen por corona, tanto ellos
como sus hijos, todo el sustento que su vida necesita: reciben en vida galardones
de su propia patria y al morirse se les da con digna sepultura.
UNA MUJER DISFRAZADA
Sin embargo, dicen que nunca hallaron
a ninguna a Calipatira... que, siendo viuda, se disfrazó como si fuera un
entrenador y llevó a Olimpia a su hijo que consiguió el triunfo. Entonces,
Calipatira, al saltar la tapia donde estaban encerrados los entrenadores,
se quedó desnuda. Así se descubrió que era una mujer. A pesar de todo no la
castigaron, ya que su padre, sus hermanos y su hijo habían sido campeones
olímpicos. Por eso, desde entonces los entrenadores han de ir desnudos a los
juegos.
UNA CARRERA DE CARROS
EN EL HIPÓDROMO
Al día siguiente, cuando al alba
tenía lugar la carrera de veloces carros, aquél se presenta entre numerosos
contendientes... Todos están dispuestos a salir con sus carros en la línea
correspondiente que les habían asignado por sorteo los árbitros escogidos
al efecto. Al son de la broncínea trompeta se lanzan a la carrera. Todos a
la par excitan a gritos a sus caballos y sacuden las riendas con sus manos.
Todo el recinto resuena con el estruendo de los trepidantes carros. Se levanta
una gran polvareda...
Hasta entonces todos los carros
se mantienen incólumes, pero de repente los potros del auriga eniano se desbocan
y, al volverse hacia atrás, cuando se terminaba la sexta vuelta y ya empezaba
la séptima, chocan de frente con los caballos del auriga de Barce. entonces,
por el infortunio de un solo conductor, chocan y caen encima los unos de los
otros y toda la pista se llena con los restos del naufragio de la carrera
de carros. Al darse cuenta de ello, el diestro auriga ateniense se aparta
hacia el lado exterior, se detiene y deja pasar por en medio de la arena la
marejada de carros y de caballos mezclados. Orestes...avanzaba en último lugar,
porque tenía puesta su confianza en el final. Al ver que sólo le queda un
contrincante, haciendo resonar un chasquido en las orejas de sus potras, lo
persigue.
Las dos cuadrigas corrían parejas...
Después choca con la meta sin advertirlo. El eje de las ruedas se quiebra
por la mitad y él se cae de la rampa del carro. Se enreda con las bien cortadas
riendas y, mientras cae al suelo, los caballos corren desbocados por en medio
de la pista. Los espectadores, cuando ven que se ha caído del carro, gritan
lamentándose por aquel joven que... ahora es alcanzado por el infortunio.
Es arrastrado por el suelo, con las piernas hacia arriba... Estaba cubierto
de sangre y en un estado tan lastimoso que ninguno de sus amigos le habría
reconocido si hubiera visto su desdichado cuerpo.
El circo está consagrado principalmente al Sol...
Cada uno de los adornos del circo es por sí mismo un templo. Consagran los
huevos a los castores, que se consideraban nacidos de un huevo. Los delfines
arrojan agua en honor de Neptuno. Las columnas sostienen a las seias, llamadas así por las semillas, a
las messias, de las mieses, a las
tertulinas, por la tutela sobre los frutos.
Delante de ellas se levantan tres altares dedicados a tres grupos de dioses,
los Grandes, los Poderosos, los Fuertes. La masa gigantesca del obelisco lleva
una inscripción que testimonia su origen; es una superstición de Egipto.
El circo es la imagen del cielo... Las doce
puertas de las cárceles representan los doce meses y las doce constelaciones
que atraviesa el astro de los rayos de oro en su carrera. Los cuatro carros
evocan las estaciones, y los cuatro colores de las factiones, los cuatro elementos; el auriga, como Febo, dirige cuatro
caballos... Los dos extremos indican la salida y la puesta del Sol. entre
ellos se extiende el Euripo, como la vasta extensión de los mares, y, en medio,
dominándolo todo, el obelisco marca el centro. Son necesarias siete vueltas
para terminar la carrera y recibir la palma, como es el número de círculos
concéntricos que encierran el Cielo. La Biga está consagrada a la Luna, al
Sol la Cuadriga, a Cástor y Pólux los caballos. Nuestros espectáculos están
en armonía con las realidades divinas y su encanto poderoso se aumenta con
el honor rendido a los dioses.
Desde que no vendemos a nadie nuestros votos,
hace mucho tiempo que (el pueblo romano) dejó sus preocupaciones políticas
y a pesar de ser antes él quien distribuía los haces, los mandos militares,
todo, hoy deja hacer y sólo desea ansiosamente dos cosas, pan y juegos circenses.
VENDEDORES AMBULANTES
EN EL TEATRO
Observa cómo por toda la cávea
sube una multitud tan numerosa como la que permanece sentada, de notable belleza
y bien vestida. Unos sostienen cestos y servilletas blancas y exquisitos manjares,
otros sirven abundante vino rancio.
Una risa continua solía agitar los pulmones
de Demócrito y eso que en aquellas ciudades no había ni togas pretextas, ni
trabeas ni haces, ni literas, ni tribunales para los jueces. (Cómo se hubiera reído si hubiera
visto al pretor, tieso y arrogante, en medio de la polvareda del Circo, en
lo alto de su caro, revestido con la túnica de Júpiter, y colgando de sus
hombros, como una cortina, una toga bordada de púrpura de Tiro y una corona
tan enorme que no hay cerviz que pueda sostenerla! Un esclavo municipal la
sostiene, sudoroso.
INAUGURACIÓN DEL
ANFITEATRO FLAVIO
Marcial, que estaba
en Roma cuando Tito inauguró el Anfiteatro Flavio, escribió un libro de poemas
alusivos a los espectáculos que se ofrecieron en dicha inauguración. He aquí
algunos fragmentos.
UN CONDENADO A MUERTE:
Como Prometeo encadenado en la
roca de Escitia alimentó al buitre insaciable con sus entrañas exuberantes,
así Lauréolo, colgado de una cruz verdadera, ofreció sus miembros desnudos
a un oso de Calcedonia. Palpitaban sus miembros desgarrados, con la carne
chorreante de sangre, y su cuerpo ya no tenía forma de cuerpo en ningún punto.
UN TIGRE CONTRA UN LEÓN:
Un tigre, gloria sin igual de las
selvas de Hircania, acostumbrado a lamer la mano de su domador sin inspirarle
miedo, despedazó salvajemente, con rabiosas dentelladas, a un león feroz.
Hecho insólito, no conocido hasta entonces. A nada semejante se atrevió mientras
vivía en las profundas selvas. Mayor fiereza tiene desde que vive entre nosotros.
UN TORO CONTRA UN ELEFANTE:
Un toro que poco antes, azuzado
por el fuego, correteaba en la arena y había arrojado por los aires violentamente
unos muñecos de trapo, cayó al fin bajo los embates de una trompa más poderosa,
cuando creyó que podía con la misma facilidad lanzar al aire a un elefante.
COMBATES Y NAUMAQUIAS
Suetonio, narra en
su "Vida de Julio César" los espectáculos que éste ofreció al pueblo.
Ofreció espectáculos de varias
clases: un combate de gladiadores, representaciones teatrales en todos los
distritos de la ciudad, con actuación de actores de todas las lenguas; además
juegos circenses, atléticos y una naumaquia. En el combate de gladiadores,
que tuvo lugar en el foro, lucharon hasta la última gota de sangre Furio Leptino,
de estirpe pretoriana, y Q.Calpeno, senador en otro tiempo y abogado... Durante
cinco días fueron ofrecidos combates con fieras salvajes en el circo y, finalmente,
se libró una batalla entre dos formaciones, enfrentándose por ambas partes
500 soldados de a pie, veinte elefantes y 300 jinetes... Lucharon atletas
durante tres días en un estadio provisional construido en un sector del campo
de Marte... Para la batalla naval fue excavado un lago en la Codeta menor
y en ella trabaron combate birremes, trirremes y cuadrirremes de la escuadra
tiria y egipcia, con gran número de combatientes. Para presenciar estos espectáculos
se congregó una multitud tan enorme de espectadores que muchos de ellos plantaron
sus tiendas en las calles y plazoletas y en ellas acamparon y, debido a las
aglomeraciones, perecieron muchas víctimas de magullamiento o asfixia, y entre
estos, dos senadores.
Aventajó a todos sus predecesores
en el número, variedad y magnificiencia de los espectáculos... Los ofreció
a veces incluso en los barrios de la ciudad, sobre diversos escenarios y con
actores de varios países. Presentó juegos de gladiadores no sólo en el foro
y en el anfiteatro sino incluso en el circo y en los Cercados (Campo de Marte);
a veces, no obstante, exhibía sólo combates con fieras salvajes... Exhibía
en el circo a aurigas, corredores y matadores de fieras, a los que reclutaba
a veces entre los jóvenes de la más alta nobleza... En los días que precedían
a los espectáculos, si había traído a Roma algo insólito, acostumbraba mostrarlo
al público fuera de programa en un lugar cualquiera, por ejemplo, un rinoceronte
en los Cercados, un tigre sobre un escenario y una serpiente de 50 codos delante
de la plaza donde se celebraban los Comicios... Hizo que el Senado promulgara
un decreto por el que se disponía... que se reservasen las primeras filas
de los asientos para los senadores... Separó a los soldados del pueblo. Asignó
a los plebeyos que estaban casados asientos especiales y reservó a los muchachos
que llevaban la toga pretexta un sector especialmente para ellos y contiguo
a sus pedagogos; prohibió terminantemente que ninguna persona vestida de negro
se sentase en el centro de la gradería. No permitió a las mujeres presenciar
los combates de gladiadores a no ser desde las gradas más altas y solas, a
pesar de que ya era costumbre habitual que pudieran presenciar estos combates
confundidas con los hombres. Destinó a las Vestales un lugar aparte frente
al tribunal del pretor.
Ofreció muchos espectáculos y de
muchas clases; juvenales, circenses, representaciones teatrales y un combate
de gladiadores. En los juegos juvenales permitió que participasen en la representación
incluso ex-cónsules y matronas de edad avanzada. En los circenses... organizó
una carrera de cuadrigas de camellos. En los que dispuso para conmemorar la
eternidad del Imperio, a los que quiso que se diera el nombre de Máximos...
un caballero romano descendió montado en un elefante, a lo largo de una cuerda
tensa... Fueron asimismo distribuidos todos los días al pueblo regalos de
toda índole: aves, un millar de cada especie, provisiones en abundancia, bonos
de trigo, vestidos, oro, plata, piedras preciosas, perlas, cuadros, esclavos,
acémilas, así como fieras domesticadas e incluso, el último día, naves, bloques
de casas y cortijos. Nerón contemplaba estos espectáculos desde lo alto del
proscenio... Presentó como gladiadores incluso a 400 senadores y 600 caballeros
romanos... Ofreció asimismo una naumaquia con monstruos marinos nadando en
agua de mar... Actuó también con el rostro cubierto con una máscara en varias
tragedias, para lo que hizo moldear máscaras de héroes y dioses, así como
de heroínas y diosas, que reproducían sus propios rasgos y los de las mujeres
que gozaban de su favor... No tardó en querer exhibirse como auriga y dejarse
ver con frecuencia en público...
Cuando cantaba, no se permitía
a nadie salir del teatro, ni siquiera por motivos de imperiosa necesidad;
así es que se cuenta que algunas mujeres dieron a luz durante las representaciones
y que muchos espectadores, aburridos de tanto oírle y aplaudirlo, al encontrarse
con las puertas de los teatros cerradas, saltaron furtivamente desde lo alto
del muro, o bien, haciéndose pasar por muertos, fueron sacados al exterior
para enterrarlos.
AMBIENTE Y EMOCIÓN
EN UNA CARRERA DE CARROS
Con tanta embestida, en la carrera
de carros, los caballos se precipitan desde las cocheras y vuelan por la pista...,así
los aurigas, azuzando sus caballos, agitan las riendas sueltas e inclinan
el cuerpo hacia delante con el látigo preparado en la mano. Entonces, con
el estrépito de los aplausos y las voces de los que gritan animándolos todo
resuena.
AURIGA ESCORPO
En cuanto a la fama
de que gozaban los aurigas, puede deducirse de este noble elogio fúnebre del
propio Marcial al auriga Escorpo.
(Qué horrible desgracia! A ti, Escorpo,
se te frustra la vida en el umbral de la juventud y te vas tan pronto a uncir
los negros caballos del más allá. )Por qué ha sido puesta tan cerca
del comienzo de tu vida aquella meta que tú siempre alcanzabas y doblabas
con rapidez?
Yo soy el famoso Escorpo, gloria
del circo que me aclamaba, objeto de tus aplausos, Roma, y de tus delicias,
aunque por corto tiempo; la envidiosa Láquesis me arrebató antes de cumplir
los 27 años, pues me creyó viejo al contar mis ya innumerables triunfos.
PEDESTAL FUNERARIO
DEDICADO A UN AURIGA
En este sepulcro descansan los
huesos de un auriga rudo, pero diestro en sujetar las riendas con su mano...
El hado cruel sintió envidia de mis años, hado al que no pude oponer mis manos.
No me fue concedida la gloria de morir en el circo, ni que la piadosa multitud
derramara lágrimas por mí. quemaron por dentro mis entrañas enfermedades ardientes
que no pudieron vencer las manos de los médicos. Viajero, por favor, pon flores
sobre mi tumba. Tal vez tú mismo me has aplaudido cuando estaba vivo.
Gay Appuleyo Diocles, auriga de
la factio de los Rojos, originario de la Lusitania, de 42 años, siete meses,
veinticinco días. Corrió su primera carrera en la factio de los Blancos...
Consiguió su primera victoria en la misma factio... En total condujo carros
durante 24 años, hizo 4247 carreras y ganó 1064 victorias; 32 de 30000 sestercios,
28 de 40000 y 3 de 60000 en carreras simples. en carreras dobles, obtuvo 347
victorias. En las triples 51 victorias... Él ganó un total de 35.863.120.
Mas tú, al menos, recuerda siempre mis consejos
y trabaja, Perses, estirpe de los dioses, para que el hambre le aborrezca
y la augusta Deméter, de hermosa corona, te ame y llene de alimentos tu cabaña;
pues el hambre es compañera del vago. Los dioses y los hombres se indignan
contra el que vive ocioso, semejante por su carácter a los zánganos que consumen
la labor de las abejas y comen sin trabajar... Gracias a su trabajo son los
hombres ricos en ganado y opulentos. Y si trabajas, te apreciarán mucho más
los inmortales. Ningún trabajo es deshonra: deshonra es la inacción.
Hesíodo, Trabajos
y días,258 y ss.
LA FACIES HIPOCRÁTICA
En las enfermedades agudas hay
que hacer las siguientes observaciones: examinar primero el rostro del enfermo
y ver si es parecido al de las personas sanas, pero, sobre todo, si es parecido
a sí mismo. Esta será la apariencia más favorable y, cuanto más se aleje de
ella, mayor será el peligro. Los peores indicios son: nariz afilada, ojos
hundidos, sienes deprimidas, lóbulos de las orejas separados, piel de la frente
dura, tensa y seca, la piel de toda la cara amarillenta o lívida o plomiza.
JURAMENTO HIPOCRÁTICO
En el momento de ser admitido como
miembro de la profesión médica, ante mis maestros y en esta Facultad de Medicina
que me enseño todo cuanto sé, juro que:
Consagraré mi vida al servicio
de la humanidad. Guardaré a mis maestros el debido respeto y gratitud. Practicaré
mi profesión con conciencia y dignidad. La salud de mis pacientes será el
objetivo prioritario de mi trabajo. Respetaré los secretos que me fueron confiados
en todo aquello que con ocasión o a consecuencia de mi profesión pudiera haber
conocido y que no deba ser revelado. Consideraré a mis colegas como a mis
propios hermanos y no formularé a la ligera juicios contra ellos que pudieran
lesionar su honorabilidad y prestigio. No permitiré que prejuicios de religión,
nacionalidad, raza, partido político o nivel social se interpongan entre mi
deber y mi conciencia. No prestaré colaboración alguna a los poderes políticos
que pretendan degradar la relación médico-enfermo restringiendo la libertad
de elección, prescripción y objeción de conciencia. Guardaré el máximo respeto
a la vida y dignidad humanas. No practicaré, colaboraré ni participaré en
acto o maniobra alguna que atente a los dictados de mi conciencia. Respetaré
siempre la voluntad de mis pacientes y no realizaré ninguna práctica médica
o experimental sin su consentimiento. No realizaré experimentos que entrañen
sufrimiento, riesgo o que sean innecesarios o que atenten contra la dignidad
humana. Mantendré la noble tradición médica en lo que a publicidad, honorarios
y dicotomía se refiere. Procuraré mantener mis conocimientos médicos en los
niveles que me permitan ejercer la profesión con dignidad y seguridad. Si
llegado el día en que mis conocimientos o mis facultades físicas o sensoriales
no fueran las idóneas para el ejercicio profesional y no abandonase éste voluntariamente,
pido a mis compañeros que me obliguen a hacerlo. Hago estas promesas solemne
y libremente, bajo palabra de honor, en memoria de todos los que creen o hayan
creído en el honor de los médicos y en la ética de sus actuaciones.
DESCRIPCIÓN DE LOS
PECES
En primer lugar, los peces tienen
cabeza y partes dorsal y ventral; en la parte citada últimamente se encuentra
el vientre y las vísceras; en la parte posterior los peces tienen una cola
que es continua e indivisa, si bien no en todos los peces es idéntica. Ningún
pez tiene cuello, o miembro alguno, ni tampoco testículos en ninguna parte,
sea interior o exterior, ni mamas. Las mamas faltan también en todos los animales
no vivíparos, ni tampoco están presentes en todos los animales vivíparos,
sino solamente en aquellos que son directa o internamente vivíparos sin ser
previamente ovíparos.
PROPOSICIONES DE
TALES
Un círculo es bisecado por su diámetro.
Los ángulos en la base de un triángulo
isósceles son iguales.
Si dos rectas se cortan, los ángulos
opuestos por el vértice son iguales.
El ángulo inscrito en una circunferencia
es un ángulo recto.
Los lados de triángulos semejantes
son proporcionales.
Dos triángulos son iguales si tienen
dos ángulos y un lado, respectivamente, iguales.
TEOREMA DE PITÁGORAS
El cuadrado construido sobre la
hipotenusa de un triángulo rectángulo es igual a la suma de los cuadrados
construidos sobre los otros dos lados, o catetos, del triángulo.
SOBRE LA EPILEPSIA,
ENFERMEDAD SAGRADA
A mi juicio no es ni más sagrada
ni más divina que las demás enfermedades, pues tiene una causa natural y su
pretendido origen divino se debe al asombro que producen en los hombres sus
características peculiares.
LA PESTE
Aquel año, según la opinión común.
fue muy saludable en cuanto a las demás enfermedades, y si uno tenía de antes
alguna, todas acabaron en ésta. A los otros, por el contrario, sin que hubiera
un motivo especial y en estado de salud, les sobrevenían fuertes calenturas,
que atacaban a la cabeza, y enrojecimiento y ardor en los ojos; y los órganos
interiores, a saber, la garganta y la lengua, se llenaban al punto de sangre
y dejaban salir un aliento distinto del normal y fétido; a continuación de
estos síntomas, se presentaban estornudos y ronquera, y poco después, el malestar
bajaba al pecho, acompañado de una tos violenta, y cuando se localizaba en
el estómago, lo trastornaba y se sucedían todos los vómitos de bilis de que
hablan los médicos, acompañados de grandes sufrimientos; y a los más les sobrevenían
fuertes arcadas espasmódicas, a unos al cesar los síntomas anteriores y a
otros no mucho después. El cuerpo, tocándolo por fuera, no estaba febril en
exceso ni tampoco pálido, sino un poco enrojecido, amoratado y lleno de pequeñas
ampollas y llagas, mientras que las partes interiores ardían hasta tal punto
que los enfermos no resistían que se les cubrieran con himationes ni vestidos
de hilo muy finos, ni ninguna otra cosa que estar desnudos, y que querrían
arrojarse al agua fría. E incluso muchos enfermos mal vigilados lo hicieron
arrojándose a los pozos, atacados por una sed insaciable.
SON PELIGROSAS LAS
TIERRAS PANTANOSAS
Porque ciertos diminutos animales,
invisibles para el ojo, se crían allí y pasan al aire para introducirse en
el organismo a través de la boca, causando enfermedad.
PRINCIPIO DE ARQUÍMEDES
Todo cuerpo sumergido en un fluido
experimenta un empuje, vertical y hacia arriba, igual al peso del volumen
del fluido que desaloja y que está aplicado en el centro de gravedad del fluido
desalojado.
ALGUNAS PROPOSICIONES
DE ARQUÍMEDES
Si un cuerpo más ligero que un
fluido se abandona en éste, una parte del cuerpo quedará por encima de la
superficie del fluido.
Si un cuerpo más ligero que un
fluido se abandona en éste, se sumergirá hasta que el volumen del fluido desalojado
por la parte sumergida pese tanto como todo el cuerpo.
TRAYECTORIA DE LOS
PLANETAS
Cada planeta se mueve en la misma
trayectoria y no en muchas trayectorias, sino en una sola que es circular.
y las variaciones no son sino aparentes. No debemos suponer tampoco que el
más veloz es el más pesado ni inversamente que el más pesado sea el más rápido.
LOS MOVIMIENTOS DE
LOS ASTROS
Los movimientos de los astros sólo
pueden ser captados por la razón y el pensamiento, no por la vista.
ARQUÍMEDES ESCRIBE
SOBRE ARISTARCO
Tú sabes que el cosmos es el nombre
dado por la mayoría de los astrónomos a la esfera cuyo centro es el centro
de la Tierra y cuyo radio es igual a la distancia entre el centro del Sol
y el centro de la Tierra... Pero Aristarco de Samos ha hecho un libro que
contiene algunas hipótesis según las cuales... el universo es muchas veces
mayor que el que acabamos de mencionar. Sus hipótesis son que las estrellas
fijas y el Sol se mantienen inmóviles, que la Tierra gira alrededor del Sol
sobre una circunferencia..., que el Sol permanece en el centro de la órbita.
LA TIERRA ES ESFÉRICA
Si la Tierra no fuera esférica
los eclipses de la Luna no exhibirían las secciones que se le conocen...,
durante los eclipses siempre tiene una línea curva como límite. En consecuencia,
como el eclipse es debido a la interposición de la Tierra, es el perfil de
ésta la que debido a su forma esférica, produce esa figura. Las observaciones
del modo en que nos aparecen los astros no sólo prueban que la Tierra es esférica,
sino también que su tamaño no es muy grande, ya que al desplazarse mínimamente
hacia el sur o hacia la Osa, vemos modificarse el círculo del horizonte, por
lo que los astros de debajo de nosotros cambian considerablemente y no son
los mismos que brillan en el cielo cuando se va hacia la Osa que cuando se
hace hacia el mediodía. Algunos astros visibles en Egipto o en la vecindad
de Chipre son invisibles en regiones más septentrionales y, además, algunos
astros visibles en todo momento en las regiones septentrionales sufren una
puesta en los países mencionados.